sábado, 6 de junio de 2015

Dolor Compartido

“Dolor Compartido” (2012).

(Obra expuesta en exposición seleccionados 4° Concurso Nacional de Joyería Contemporánea, Museo Colonial de Santiago Casa Colorada. Santiago, Chile)

Una joya es una pieza que se utiliza para decorar el cuerpo y que posee un valor. ¿Por qué no decorar el cuerpo con la existencia humana? ¿Con las propias vivencias?

El collar que se coloca alrededor del cuello como adorno o como insignia, posee la forma de un grillete que esconde una condena temporal o permanente. Éste se puede camuflar con metales o telas, pero no perderá su esencia.

La tela empleada es negra, color que para los occidentales significa luto. También es traslúcida para permitir el paso de energía.  Las lágrimas que caen de ella, son transparentes para evocar el llanto ligero y sereno, y de metal con efecto corroído, por los llantos tormentosos.

El destinatario son todos aquellos que han perdido a un ser querido, y que puede ver reflejado su dolor en esta materialización de emociones. Son todos los anónimos que esperan cada día en las puertas de un hospital o del Servicio Médico Legal a una voz que los llame. A aquellos que tienen la secreta esperanza de despertar de aquel mal sueño.


Sin embargo, los collares se llevan con dignidad a pesar de su peso, realzan el cuello de quien los lleva. Pueden generar admiración, porque su portador se inviste de un artefacto que implica energía, materiales con belleza y creatividad. Marca diferencias con otros y visibiliza que somos únicos.  Los dolores que sufrimos por amor a otros responden a nuestra humanidad. Pienso y siento que eso posee un valor, merece admiración como un collar. 


"Dolor compartido", acrílico, cobre esmaltado y tela, 15 x 50 cm. 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario