En este caso se trata de reflexionar acerca de la vinculación de dos
conceptos: souvenir y kitsch. Este
último se presenta como una copia barata, de mala manufactura, utilizando materiales
que intentan ostentar algo valioso o de buen gusto, pero que cae la estridencia
y vulgaridad, por ello se lo relaciona con el mal gusto.
El souvenir, por su parte, está
ligado a este término, ya que se trata de aquellos objetos o “baratijas” que compramos
cuando vamos de viaje, a modo de “recuerdos” del lugar visitado. El hecho de
ser fabricados en serie y con materiales baratos, les resta tanto valor
monetario como simbólico. Lo tradicional o la cultura de un lugar derivan en
representaciones con evidentes rasgos kitsch.
Un ejemplo en el que puedo explicar lo mencionado anteriormente es un llavero
que simula un bailarín de cofradía de los diablos de la fiesta de la Tirana. Es un objeto
que su valor monetario es bajo, seguramente se realizó en otro país para
abaratar su costo, esta constituido por colores llamativos, lentejuelas, hilos
de colores, etc., aparenta ser un bailarín diablo de La Tirana , pero no lo es. Deja
de lado todo lo que la fiesta de la
Tirana implica, la devoción hacia la virgen, los bailes, la
preparación de las familias para realizar sus bailes y el valor de la tradición
y folclore nacional.
Es desde este punto donde me apoyo para realizar una propuesta visual
relacionada con el souvenir- kitsch.
Mi propuesta consiste en devolver el valor al objeto que ya no lo posee,
devolver el valor mediante variados recursos
como: reincorporarlo a su contexto original, con figuras realizadas en metal, a
partir de referentes visuales como fotografías e ilustraciones.
Un segundo recurso será el uso de metales y acrílico que le entregaran
valor mediante el costo de estos materiales, costo que es superior al del
material del que esta confeccionado el souvenir.
Un tercer recurso es la técnica manual del calado la que enriquecerá mediante
su dificultad, dedicación y tiempo invertido para ser realizada para finalmente
montar del objeto inmerso en su paisaje
en un cuadro con marco dorado aludiendo a la estética kitsch.
El título corresponde a una fusión entre el origen de la palabra
reincorporar (que proviene del latín reincorporāre)
y la palabra cuerpo (que en latín es corpus), el resultado de la fusión da
la alusión de decir “reincorporar el
cuerpo” que es el objetivo de este trabajo, volver a incorporar lo que
representa el pequeño souvenir a su escenario de origen.
“Re-in-Corpus”, “La Tirana ”, metal, acrílico y madera, 35 x 35 cm , 2011
“Re-in-Corpus”, “Fonda”, metal, acrílico y madera, 35 x 35 cm , 2011.
“Re-in-Corpus”, “Cuasimodo”,
metal, acrílico y madera, 35 x 35
cm , 2011
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