sábado, 6 de junio de 2015

Recordis

“Recordis” (2010).

(Obra expuesta en Primer Concurso de creación en cobre Minera los Pelambres)

El trabajo trata los procesos de la memoria a partir de un objeto que funciona como referente autobiográfico. Consiste en la reproducción de una pequeña caja de metal que me fue regalada a los 8 años por mi madre.

Una capacidad del ser humano es la acción de recordar, que es más que traer algo a la memoria o la asociación de ideas. El análisis etimológico de la palabra “recordar” nos señala que proviene del latín recordari, formado de re (de nuevo) y cordis (corazón), por lo tanto significaría “volver a pasar por el corazón”.

          Los recuerdos tienen una connotación emocional, al traer una imagen del pasado al presente revivimos sensaciones y sentimientos asociadas a esa imagen, como si nuevamente se vivieran. Los recuerdos de la infancia permanecen en nuestra mente, tanto los positivos como los negativos, a veces basta un pequeño estimulo para que las imágenes se hagan presentes con toda su carga emotiva. Los recuerdos siempre se han relacionado con la memoria, los estudios que existen sobre éstos provienen principalmente de tres áreas; la filosofía, la psicología y la neurociencia.

            En la Antigüedad, Aristóteles es uno de los primeros en describir el funcionamiento de la memoria, señalando que “es cosa de lo ya ocurrido". Esto implica que “la memoria no es ni una sensación ni un juicio, sino un estado o afección de uno de los dos cuando ha pasado el tiempo"[1]Es como si los sentidos dejaran una impronta en el alma y la memoria se encargara de evocarlos una vez pasada la sensación. Si con la memoria se contempla el pasado, con la reminiscencia, piensa Aristóteles, ocurre una asociación de ideas donde “los procesos se siguen unos a otros por la costumbre en un orden determinado y, por lo tanto, cuando se quiere rememorar, se hará de esta forma: se buscará un punto de partida del proceso, tras el cual estará el que uno busca".[2]

           A fines del siglo XIX, Freud señala que el inconsciente es una región de la mente que contiene los deseos, los recuerdos, los temores, los sentimientos, y las ideas, las cuales quedan reprimidas dentro del plano de la conciencia, manifestándose a través de su influencia sobre los procesos conscientes y, de manera más notable, por medio de fenómenos anómalos como sueños o síntomas neuróticos. En sus estudios sobre problemas psicológicos y recuerdos infantiles señala que un niño normalmente desarrollado nos muestra ya a los tres o cuatro años una respetable cantidad de rendimientos psíquicos muy complicados, tanto en sus comparaciones y deducciones como en la expresión de sus sentimientos, no existiendo razón alguna para que estos actos psíquicos, plenamente equivalentes a los posteriores, hayan de sucumbir a la amnesia.

         Actualmente la neurociencia nos aporta nueva información sobre la mente, la memoria y los recuerdos. Esta ciencia tiene entre sus objetivos describir la organización y funcionamiento del sistema nervioso, particularmente del cerebro humano y determinar cómo el cerebro se formó en la evolución y cómo se "construye" durante el desarrollo infantil.  El estudio científico de los mecanismos biológicos de la cognición, están enfocados en los sustratos neurales de los procesos mentales y sus manifestaciones conductuales.



“Recordis”, caja de metal con pieza esmaltada, 9 x 9 x 4,2 cm, 2010.




[1]  Suárez, Javier. La memoria - un acercamiento entre Aristóteles y la neurociencia, [en línea]. Disponible en la Web: http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?pid=S0123-417X2006000200001&script=sci_arttext
[2] Ibíd.

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